domingo, 20 de diciembre de 2015

martes, 15 de diciembre de 2015

Saben lo que pueden hacer solo al encontrarse con personas tan solitarias como nosotros. 

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Mis ojos viéndote.

Plaza principal


En mi mente veo las plazas con verdes árboles,
lugares comunes que dejaron de serlo.
en medio la fuente azul con ranas,
al fondo la música del son de la negra.

¿Qué más da ya el olvido?
si el tiempo se encarga de borrarlo.
el tiempo de la mano del trienio, del sexenio y, en nuestro caso, de la huida.

Regresar es volver a un espacio existente
de un lugar que ya se fue.
de plaza en plaza esperas ver verdes árboles
pero veo estelas, falos de roca y murallas invisibles.

¿Se puede hacer algo más que extrañar?
Regresar, volver a casa de la abuela, 
a ese lugar en donde el tiempo solo se puede ver en sus arrugas y su espalda encorvada,
la sala es la misma. el comer mantiene su esencia.
las sábanas conservan el olor a la infancia y las cobijas calientan igual que aquellos tiempos,
existentes aún, cuando todos seguían aquí, con nosotros. 

K. E.

viernes, 27 de noviembre de 2015

Porque hay momentos en que es mejor guardar silencio.
Cuando ves que camina a lo lejos el olvido.
Se acaban las cartas y las flores,
la poesía esperada se evapora sin llegar a formarse.
Tus cabellos caen y tapan las coladeras,
las uñas se rompen sin ser mordidas.

Guardas silencio ante la luna llena,
esperas al ahora, por si llega en la mañana.
Cierras los ojos despierta y duermes al poder abrirlos.
Silencio, silencio ante la letanía de la vida.
Hay momentos en que es mejor guardarse.

Los plantas frente a ti continúan siendo verdes,
el frío hiela tus huesos y no les hace nada a esas hojas.
La cajetilla con los cigarros no fumados reclama la mano,
el tabaco implora la saliva.

Te sientas aunque piensas que caminas,
agachas la mirada, observas tus manos,
no hay cartas ni flores.
Llegó a ti el olvido.

27 de noviembre

Veo fantasmas en las fotos de perfil.
Arrastro mi dedo sobre la pantalla mientras 
por mi mente camino sobre las jardineras y 
me aviento a las espaldas del recuerdo.

Entre risas y gritos me sorprendo una sonrisa,
Vuelvo a mí. Me encuentro.
Aquí, sin jardineras, sin converse negros ni azules, 
Sin el gran barullo ni el sol sobre mi cara.
Todo cambia… y veo fantasmas.

viernes, 17 de octubre de 2014

Planetas

El mundo no son las mariposas de colores, ni el olor a chicle de los colores prismacolor. Se queda a medias el planeta entre giros y giros cuando está él. Va más allá, a lo lejano y a lo interior. Es un todo de conectividad ilógica enredada en telas monocromáticas.  El orden inexistente, solo los hechos impensables, no descritos, encontrar en lo gris una ballena azul dentro del reflejo del mar. ¿A dónde?  A ningún lugar. Nos quedamos perdidos entre sueños y fantasías que se dan alas e ilusiones entre ellas; nos vamos y nos queda el recuerdo del vaho de aquella noche en la que tuvimos frío y nos quedamos abrazados a nosotros mismos, en el uno y en el otro.

miércoles, 5 de febrero de 2014

El sonido favorito
es el del crujir de las hojas con mis pasos.

Entre el verde de los árboles
y el negro asfalto.

Se abren las nubes entre truenos y suspiros
mostrándome el camino.

Entre danzas de re y do
de rama y rama de colores:
amarillos, tres amarillos en una sola flor.

Pasos fugitivos
entre magos y magas
magia que pone luces en el cielo
cegados por la luz del sol.

Entre la luz puedo ver tu rostro,
y escucharte traduciendo esa canción...

1123...

Entre Caravaggios y telarañas, 
cuatro paredes repletas de oscuridad.
Formas de fantasmas,
te rodean el cuello y el cuerpo;
te llevan de mí,
te alejan de mí.
 
Esos cuadros no son buenos,
no para dormir,
¿por qué los pusieron aquí?.

Remedios, Remedios,
sostente de ellos,
agárrate de sus colores,
de su profundidad.

No te dejes ir otra vez,
ya no.
Por favor, ya no.

12 a 1

- ¿Mariposas amarillas?

¿jacarandas moradas?

¿ojos claros u oscuros?

¿frío y calor dependiendo del abrazo?

¿nombres de constelaciones?

¿los Simpson? 

¿Algún día? 

¿Ningún día? 

¿toda la vida? 

¿preguntas?

¿Respuestas? 

¿Azúcar en su café? 

- No, gracias.

miércoles, 22 de enero de 2014

Mi.


2014, ese mar con olas altas y bajas,
con enero vacío de ti, lleno de tu ausencia.
Las montañas son menos frías de lo que parecen,
tanto aire limpio no me deja respirar.

Tantos opciones de caminos me asustan,
todos son buenos, tienen climas agradables,
pero son tantos;
por un lado me quiero quedar aquí sentada,
quiero esperarte una eternidad sin fe en tu regreso,
por el otro quiero recorrer todos,
no huir, enfrentarlos y perderme en ellos o encontrarme.

Tengo miedo y tengo tantas ganas de no tenerlo.
Estoy asustada.
¿qué pasa aquí?

No vienes y no vendrás, porque te fuiste y me dejaste sola.
Estoy cansada de inventar historias que no siento,
de sentir cosas que no quiero,
de querer cosas que no me sienten.

Te quiero a ti de vuelta,
mi certidumbre placentera,
pero sólo tengo este mar,
con estas olas, tan altas que me ahogan, tan bajas que me raspan,
este enero vacío de ti, lleno de tu ausencia.

martes, 29 de octubre de 2013

Meses

Lo bonito de noviembre es que ya casi es diciembre y lo bonito de diciembre es que casi llega enero, y después de enero viene febrero, qué estrés febrero, porque casi llega marzo y en marzo se cumple un año más de que casi llega abril, otro año para mi hermano, qué bonito: llega mayo, y se va junto con sus flores, para abrirle paso a la llegada de junio, que en un suspiro le abre la puerta a julio, pero julio no vale, son vacaciones, y ya en agosto, son las inscripciones, qué felicidad, ya septiembre y octubre, y otro noviembre.

domingo, 27 de octubre de 2013

Hoy

Fue un domingo, casi era día de muertos; en el aire se podían respirar los colores de los dulces, el pan de muertos, chocolate, café. Estaba sentada en el parque del centro, a lado de la palmera de quince metros, ahí estábamos mi esquite, esta libreta y yo.
Pasaban y pasaban las personas, ¿dulces señorita?, ¿cigarros damita?. Personas felices, entusiasmadas viviendo su tarde de domingo. Fue así que conocí a Marco, esposo de Alma, padre de Luisito. Me ofreció pulseras, verlas y explicarme su  significado, de acuerdo a su color, sin compromiso. Se sentó a mi lado, me las mostró y explicó el rosa y el morado; le dije que ayer había perdido mi pulsera morada, esa del hilo morado con el búho colgando.

miércoles, 2 de octubre de 2013

A. = E.

Es una igualdad y no lo notas.

Usted

Desde que lo conocí, esa noche del 14 de junio, le quise dar mi vida. Como si mi ser supiera que usted es el indicado, como si le conociera de otra vida, le he querido, profundamente, durante meses. Vi mi futuro en el fondo de una taza de café, colombiano, reflejado en sus ojos esa noche; cuando iluminaba más su sonrisa que los focos del motel de enfrente, y eran más sonoros sus susurros que la cumbia del vecino. El mundo que me mostró, entre sus paredes, fue una realidad cúbica con mi música favorita de fondo. Usted, mi favorito; usted, mi sabor favorito: a café, a té de maracuyá, a casa, a cielo, a madera, a su perfume. Usted, perfección matemática, surrealismo físico, respiro económico, respiro sanador. Usted mi mundo en inicio y en fin, en sus palabras, en su sonrisa. Ángel y demonio a placer y con placer. Usted es y no deja de ser, es y vuelve a ser. Yo me quedaría con usted para siempre, certeza de mi estrés persistente. Yo me quedaría con usted toda la vida, si cada noche entre mis brazos estuvieras presente. Porque en mis días estén sus ojos, lentes, nariz, manos; usted y yo fundidos entre sueños. Ese uno que somos cuando nos amamos. Ese uno que somos aunque se vaya o me vaya o nos vayamos.